Gracias al éxito inesperado en las taquillas de películas abiertamente católicas, las cuales han destronado incluso a millonarias producciones de Hollywood, México se ha convertido en el escenario del nacimiento de un fenómeno de cine religioso destinado a crecer en amplitud y calidad

“Dueños de enormes cadenas de cines en México y Estados Unidos con quienes he hablado se muestran muy sorprendidos por la alta demanda y la respuesta que existe ante el cine católico”, explicó Gabriela Jacoba en entrevista con Notimex.

 

Originaria de Guadalajara y con constante presencia en la Unión Americana, ella inició la aventura -en 2012- de poner en marcha un Festival Internacional de Cine Católico con el objetivo de promover filmes de corte espiritual entre los hispanos.

 

Al darse cuenta que el cine de este tipo “no tenía una proyección” y que los productores batallaban para hacer llegar sus filmes a los cines comerciales, decidió montar una plataforma de difusión con mucha buena voluntad y sin gran presupuesto.

 

Cosechó su primer éxito con Tierra de María del director español José Manuel Cotelo. Este filme habla de la historia de un abogado del diablo que entrevista a quienes dicen compartir una relación personal con la Virgen María.

 

A partir de allí, Jacoba comenzó una expansión, primero en México y luego en otros países como Nicaragua, Honduras y Colombia.

 

“Empezamos con estas experiencias de presentar películas en Estados Unidos y luego en México. Vimos la fuerza que tiene el cine con una verdad doctrinal y religiosa, que es lo más importante del festival, pero además una buena calidad artística y de producción”, contó la directora.

 

Al principio, Jacoba y sus colaboradores buscaban y seleccionaban las producciones, pero, tras varios años de presencia, comenzaron a llegarles directamente.

 

Gabriela Jacoba y el equipo del festival esperan con ancias el poder llegar hasta Roma.

Fuente: Andrés Beltramo / Notimex

 

“No hay mucho cine de este tipo, realmente es contado con los dedos de la mano el cine verdaderamente católico y de calidad. Apoyar a los productores de estas películas es una misión para nosotros”, añadió la también escritora y conferencista.

 

El 13 de mayo pasado, su festival estrenó en tierras aztecas una película sobre la Virgen de Fátima, que llegó a obtener 80 mil espectadores: una cifra que, según Jacoba, resultó increíble y que superó, incluso, a grandes producciones de Hollywood.

 

“En algunos fines de semana nuestras películas han tenido mucho más audiencia, con salas llenas, que -por ejemplo- otra como The Avengers. Yo creo que esto es ya un fenómeno”, constató Jacoba.

 

Gracias a este impacto, una de las cadenas de cine más grande de México ha determinado que los filmes proyectados bajo el sello del “Festival de Cine Católico” serán exhibidos en un promedio de entre 50 y 90 salas del país.

 

El pasado 12 de octubre se estrenó en 50 salas Dos Coronas, un relato sobre la vida de San Maximiliano Kolbe, un clérigo franciscano polaco que fue asesinado por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial.

 

La buena recepción permitió extender la proyección a 20 salas más y varias jornadas extra: “Nuestras películas permanecen en cartelera un promedio que va de cuatro a cinco semanas, en horarios de competencia directa con las demás”.

 

Entre el 9 y el 16 de noviembre próximo, bajo el patrocinio del festival, llegará a México la producción Francisco, un hombre de palabra, del guionista y director alemán Wim Wenders.

 

Según anticipó Jacoba esta obra cinematográfica, que contó con la contribución directa del mismo Papa, será proyectada en aproximadamente 120 salas de toda la República.