No crea que este es un escrito (a propósito) del ya cercano Día de fieles difuntos y que pretende contar una mala historia de miedo (como hay tantas en estos día). No, sino que Aotearoa, que significa “tierra de la gran nube blanca”, es como también se le denomina a Nueva Zelanda: temido y no sé qué tan aterrador rival de la Selección Mexicana de futbol en el repechaje.
Pues bien, haciendo a un lado el ritual conocido como haka que hacen poco antes de los encuentros de rugby, el deporte más popular, donde por cierto son potencia, ¿de qué tenemos miedo?
Ellos tienen el kiwi, un ave del tamaño aproximadamente de una gallina, nocturna y tímida; mientras que nosotros tenemos a las Águilas Verdes –extraña cruza de las Águilas del América y los Ratones Verdes de la Selección–, que no deberían tener problema alguno para ganar los dos partidos.
Nosotros tenemos una federación muy poderosa, más de un jugador y entrenador en nuestro país ganan enormes cantidades de dinero. La FIFA nos tiene en su ranking en el número 24, mientras que ubica a a Nueva Zelanda en el lugar 79 y, para que nos de más miedo, su futbol es semiprofesional.
Es una tierra donde tiembla mucho, igual que la nuestra, por lo tanto sabemos lo que es padecer terremotos. Los neozelandeses también padecen fuga de cerebros, principalmente hacia Australia, su gigante vecino, como nos pasa a nosotros, sólo que aquí se fugan todos los que pueden hacia nuestro vecino gigante del norte.
Los cerebros, los campesinos, la clase media, la clase alta, los gobernadores –como el de Nuevo León–, los narcos, los defraudadores, los empresarios… y mejor ahí le paramos porque no hay tanto espacio.
Pertenecen a la OCDE, igual que nosotros, sólo que el Índice de Desarrollo Humano (en una escala del 0 al 1) de ellos en el año 2010 era de 0.907, mientras que el nuestro fue de 0.750 en el mismo año (por cierto, el de Estados Unidos fue de 0.902).
En México uno de los problemas más grandes extendidos y reconocidos es la corrupción, y de nuestro rival futbolístico es ¡prácticamente inexistente!
Nosotros hemos organizado dos mundiales de la especialidad y hemos asistido a una buena cantidad de eventos clasificados sin repechaje, mientras que ellos apenas han ido a dos justas mundialistas.
A muchos mexicanos nos gustó la saga de El Señor de los Anillos, las películas se filmaron en ese país; un ejemplo de cuidado del medio ambiente, mientras que nosotros nos empeñamos en acabar con los recursos naturales; si no, vean lo que ya están haciendo con los manglares en Cancún, en un terreno enorme cedido a los chinos, mejor conocido como Dragon Mart, por cierto muy bien presentado en su página de Internet, ¿quién dice que no, con dinero baila… el que sea?
Podríamos seguir haciendo comparaciones para tener un mejor contexto entre nuestro temido rival y las poderosas Águilas Verdes, como que en 2010 los mexicanos éramos poco más de 112 millones de personas, mientras que los neozelandeses poco menos de 4 millones 300 mil, más o menos 1 de ellos por 26 de los nuestros.
Aquí no se trata de calidad educativa, de cuidado del medio ambiente, de un sistema de gran participación ciudadana, de quién entiende mejor un sistema de libertades; tampoco se trata de un torneo de rugby, de oportunidades, de justicia, de seguridad… afortunadamente, sino de un simple partido de futbol. Ojalá nos preocupáramos por competirles en otras cosas más relevantes.
Por Fernando Huerta Vilchis
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Fernando Huerta Vilchis es Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y Maestro en Comunicación Social por la Universidad Panamericana. Actualmente es candidato a Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro de la World Association for Public Opinion Research (WAPOR), de la Association for Education in Journalism and Mass Communication (AEJMC) y del Grupo Análisis Latinoamericano de Ciencia Política (ALACIP). Profesor en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana Campus México. Puedes contactarlo en: fhuerta@up.edu.mx