Entré a la cabina, me senté, prendí el micrófono e hice la llamada. Mientras esperaba, mi cabeza reproducía éxitos de Afrika Bambaataa, los inicios de N.W.A y hasta fragmentos de rolas de Kendrick Lamar para entrar en ritmo. En eso, Juan Carlos Ríos, redactor para Noisey en Español, respondió y recordé que íbamos a platicar de hip hop, pero no del famoso a nivel mundial, sino del latino.

 

En parte no lo podía creer, en mi mente me reía de que eso hubiera sucedido, pero puede ser que esto tenga una lógica: a las primeras señales de hip-hop las encontramos desde los años 80 en los Estados Unidos, mientras que las de América Latina tienen una historia de apenas 25 años, aproximadamente.

 

Por supuesto que no me podía quedar con solo ese dato y asumir que eso era todo, sino que tenía que saber si existía la posibilidad de que a los latinos no nos gustaran aún las creaciones de nuestros artistas de habla hispana.

 

“Creo que decirlo de esa forma es demasiado. Es un hecho que en Latinoamérica se escuchan mucho más otros géneros y, en cuanto a hip-hop, se consume mucho más en inglés-anglosajón que el latino”, respondió Juan Carlos ante la cuestión. “Sí está muy dejado atrás aún, pero creo que cada vez, pasito a pasito, se está avanzando, en algunos casos a pasos más grandes de lo que se puede creer o ver”.

 

Si volvemos unos años atrás y traemos a la conversación algunas de las producciones mexicanas con más éxito, hay que mencionar a Cartel de Santa y Control Machete. En cambio, ahora, sin darle mucha vuelta al asunto, de golpe podemos poner agregar a la mesa los nombres de Tino El Pingüino, La Banda Bastón y Alemán.

 

 

Uno de los factores para esto ha sido la evolución en la producción de nuevo material, el cual se ha ido manufacturando de una mejor manera.

 

El mejor ejemplo de ello, según Juan Carlos, es la fórmula que han creado Dr. Zupreeme y Muelas de Gallo desde Santo Domingo, Baja California: “La Banda Bastón se ha acercado a un estándar de calidad muy alto, muy cercano a lo que se produce en Estados Unidos, porque tiene que ver con la inversión que pueden hacer al mezclar y masterizar en Los Ángeles, lo cual les da otro valor”.

 

La misión de este hip hop: Buscar su estilo

 

MCs, raperos y artistas del medio en Latinoamérica han buscado asimilar lo hecho por las grandes estrellas del pasado como Run D.M.C., Biggie Smalls, 2Pac y Wu-Tang Clan, pero ese no fue el camino ideal. Por ello, en vez de seguir tras esos pasos, comienzan a aparecer estilos románticos de la calidad de Sabino.

 

Sabino reto la ortodoxia y a varios raperos en su éxito "Sab-hop".

Sabino retó la ortodoxia y a varios raperos en su éxito «Sab-hop». | Fuente: Carlos Enciso / Proceso

 

“A este personaje no lo conocía en el hip hop de primera mano. Yo no recuerdo a un MC estadounidense o británico que adopte su expresión. Está ahí otra forma distinta de hacer las cosas y es eso, que ellos (los estadounidenses) tienen su onda y su manera de hacer las cosas”, expresó el egresado del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México.

 

“En el caso latino sucede lo mismo, se tienen que adaptar estilos. Así como existe Sabino, existe la West Gold, una clase de G-funk muy de la vieja escuela como Dr. Dre, que también funciona muy bien en el contexto latino”, añadió. “Es cosa de tomar lo que ya se ha hecho, adaptarlo y ver cómo funciona. También hay que crear variaciones que no se busquen con descubrir el hilo negro, sino que sean simplemente adaptables a las realidades latinas que, en muchos sentidos, pueden ser más crudas que las de otros contextos sociales”.

 

Las voces latinoamericanas en esta travesía buscan seguir con el abandono a la ortodoxia sobre cómo se “debe” hacer hip hop y romper las reglas del juego que establecieron los clásicos de la vieja escuela. Uno de estos casos es el de un rucón de Cabos San Lucas que compró a tiempo su pase de abordar en la industria de la música.

 

Alemán se inició en el mundo del rap alrededor de los 14 años de edad. | Fuente: Homegrown Entertainment

 

Alemán, que hace cuatro o cinco años hacia puro boom bap y estaba muy clavado en un personaje muy ortodoxo, ahora es un trap star”, analizó el antiguo locutor de ChessBox. “Si tú te das cuenta la gran mayoría se ha adaptado a un nuevo tipo de ritmos, hay pocos que todavía siguen muy cercanos a los clásicos o “real”. Quizá eso sea lo necesario para dar el siguiente paso”.

 

¿Puede haber una relación entre hip hop y el reggaetón?

 

En este proceso, el hip hop latino puede encontrar una puerta en uno de los géneros más controversiales del mundo hoy en día: el reggaetón.

 

Muchos los colocan en una constante pelea debido a las culturas y temáticas que representan cada uno de estos, pero las variaciones urbanas latinas en realidad tienen un vínculo que no han comprendido ni expertos como algunos escritores de la revista New York Times Magazine.

 

Bad Bunny supo combinar su trap con la sensación del reggaetón para, así, convertirse en uno de los 25 artistas más escuchados de Spotify. | Fuente: Remezcla

 

Aunque algunos lo quieran negar, Juan Carlos es consciente de que esta corriente comandada por artistas de la talla de J Balvin está en boca y oídos de más de una persona: “Todas trabajan bajo la misma técnica universal que es el rap. Puede que después de todo, el mismo reggaetón termine siendo el acceso del hip-hop o el trap al mainstream. A lo mejor no es tan similar, pero son afines de cierta manera y, de alguna manera, se están fusionando”.

 

Crudo Means Raw, desde tierras cafetaleras, es uno de los máximo exponentes de esta naciente combinación. Encontramos una influencia relevante de hip hop y un rap técnicamente trabajado con detalle, pero también un sonido que nos obliga a soltarnos con un bailecito.

 

 

“Lo destacable es que él lo hace en un ritmo atípico que no es trap ni un 808, sino más un dembow, más cadencioso, más cercano al reggaetón o dance hall, entonces, ese tipo de fusiones son las que pueden terminar hermanando los dos géneros. Posteriormente, el hip hop puede llegar a tomar esa estafeta que tiene ahora el reggaetón”, mencionó el joven escritor.

 

Por otro lado, mantenerse cerca del pop también es una de las soluciones para enamorar las mentes latinas. C. Tangana y Dellafuente lo han explotado en España de la mejor manera, mientras que, también en Colombia, Luis 7 Lunes es otro de los mayores guías en este viaje. Finalmente, uno de los que ha mezclado la “old school” con distintos toques de trap, pop y el mismo reggaetón es el venezolano Akapellah, ganador del God Level Fest 2014, competencia sudamericana de freestyle llevada a cabo en Chile.

 

Residente y el valor que recibe el hip hop latino

 

Podemos ver que nuestra variedad es única y que el crecimiento cada vez es mayor, pero el peor error será cuando se pierda la noción de donde se encuentra verdaderamente este subgénero.

 

Residente, antes integrante de Calle 13, es reconocido por distintos personajes de la industria y su audiencia como el mejor rapero desde Tijuana hasta Ushuaia. Con ello y el respaldo de su discografía, el boricua se sentó con UMOtv y no se guardó nada.

 

 

En primera instancia alabó la labor de sus compañeros, mas no dejó atrás lo infravalorado que está el ritmo latino.

 

“Como él lo dice, el hip hop latino está en su punto más alto de la historia: de aquí puede seguir creciendo, pero hasta ahora no había llegado un momento como este”, señaló el fiel seguidor de una de las mentes más impactantes del momento, Lil Supa. “Por eso sí es de llamar la atención que no haya tanta exposición mediática o comercial al rap latino.

 

Desafortunadamente, René Pérez Joglar, más adelante, cometió el error de hacer comparaciones inoportunas que colocaron a la manifestación latina en una pelea que ni siquiera es suya.

 

“Ellos lo tienen desarrollado y han creado una industria en todos los niveles, desde cómo comercializar la música hasta cómo asociarse entre ellos con bandas y disqueras para la creación de espectáculos. Eso, en Latinoamérica, estamos muy lejos de hacerlo. Son contextos y realidades totalmente distintas. No funcionamos nada como ellos ni probablemente queramos hacerlo como ellos”, opinó Juan Carlos.

 

Posteriormente, si la situación no podía ser más polémica, Residente se desató en contra de Kendrick Lamar como un artista que solo se encuentran en su pequeño mundo y se sienten el centro de atención.

 

Además de ser acreedor de distintos Grammys, Lamar recibió en 2018 el Premio Pulitzer de la Música. | Fuente: Architectural Digest

 

“Este tema que menciona me parece absurdo en el sentido de que Residente siempre ha querido ser lo que es Kendrick en este momento, en el sentido de que es un Lamar en la cima del mainstream en sus propios términos: habla de realidades sociales, racismo, opresión y demás desde la cima del hip-hop”, sentenció el licenciado en Periodismo y Medios de Información. “Residente siempre lo ha querido hacer, pero esta fórmula no le ha funcionado de la misma manera. No sé si vaya por ahí el comentario puntual hacia Kendrick, pero el hip-hop latino no tiene que apuntar hacia las comparaciones”.

 

No existe duda que nos hace falta voltear a lo que se está haciendo en la parte urbana de la música latina. En este caso en específico, el hip hop ha dejado de gatear y ya ha dado sus primeros pasos. La mayoría se lo ha perdido, mas no es el último momento que queda por disfrutar, porque esto solo son los primeros instantes de lo que puede ser un futuro de éxitos.

 

Podrá faltar mucho, pero, tarde o temprano, América Latina terminara por rendirse ante esta “nueva” faceta del hip hop.