México es el segundo país con mayor índice de obesidad, según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. La gastronomía en el país ha evolucionado a través del tiempo y la cocina tradicional ha ido incorporando elementos de otras naciones, así como alimentos procesados.

Fuente: Explora Oaxaca

La nutrióloga Deborah Mostkoff dio a conocer algunos de los alimentos de la comida típica mexicana que pueden formar parte de tu dieta y aportan más nutrimentos que algunos otros que se consumen con más regularidad.

La experta recomendó evitar el pan dulce, a causa de que el contenido calórico de este es muy alto, debido a la cantidad de azúcar y harinas refinadas que el mismo contiene. El endulzante en exceso se convierte en grasa una vez que no es utilizado como energía. Es por esto, que en cuanto a azucares se refiere, Mostkoff sugiere ingerir los naturales, que se encuentran en alimentos como la fruta y algunas semillas.

De la misma forma, llamó a evitar platillos que impliquen “fritanga”. Con esto se refiere a las flautas, los tacos de canasta e, incluso, las quesadillas fritas.

La doctora explicó que en muchos lugares, el aceite con el que fríen la comida, es reutilizado y se quema.

El aceite quemado genera aldehídos tóxicos, una sustancia que pueden causar enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer; además, el aceite de cocina suele contener grasas saturadas, las cuales requieren de completos procesos metabólicos.

Los tamales también están en la lista de alimentos a evitar, por su alto índice de grasas saturadas y un elevado contenido calórico, a causa de la manteca animal y harinas con la que son elaborados.

En cambio, a doctora recomienda el cosumo de alimentos como:

  • Amaranto: aporta principalmente carbohidratos en forma de almidón y libres de gluten. Son una gran fuente de proteínas vegetales, fibra, hierro y calcio.

 

  • Aguacate: a pesar de que pertenezca al grupo de los oleicos, es un alimento rico en nutrientes como vitamina A, C, H y K, antioxidantes y magnesio.

 

  • Chapulines: estos insectos son ricos en fibra y aportan un alto nivel de proteína. Contienen vitaminas A, B y C, calcio, zinc y magnesio.

 

  • Frijoles: La nutrióloga sugiere el consumo de estos siempre y cuando estén preparados en agua y no en aceite. Esta leguminosa reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el colesterol. Aporta energía y mejora el sistema inmune.

 

  • Nopal: Un ingrediente básico en la dieta mexicana con alto porcentaje de agua. Contiene antioxidantes, aminoácidos y fibras. Disminuye el colesterol y contiene pocas calorías.

 

  • Maíz: Aporta vitaminas A y B, fibra y ácido pantoténico, que ayuda a acelerar el metabolismo. Reduce el colesterol y aporta energia a corto y largo plazo. (A pesar de que el maíz tenga muchas propiedades benéficas, estas se pueden anular si este grano es muy procesado o se fríe en aceite quemado.)

Susalia y Nopalia son marcas que venden tortillas, tostadas y churritos hechos a base de nopal y con pocas calorías. Puedes incluirlos en tu carrito de compras en el supermercado más cercano y disfrutar de sus beneficios.

Fuente: Alianza por la Salud Alimentaria

“Mientras más natural sea, más saludable será”, concluyó la doctora.