Las dos obras más importantes de la artista mexicana Frida Kahlo fueron vendidas por casi nueve millones de dólares ($175,700,880 de pesos) en la subasta de arte latinoamericano en Christie´s. Ambas obras han estado en manos privadas desde su primera compra. 

Retrato de una mujer de blanco 

Adquirida por 5.8 millones de dólares el miércoles por la noche en Nueva York. El cuadro es un óleo sobre lienzo de unos 118 por 81 centímetros pintado en el 1929. Kahlo se lo obsequio originalmente a la fotógrafa mexicana Lola Álvarez Bravo pasando después a la colección privada de Helga Prignitz-Proda

Frida Kahlo empezó a interesarse en el arte a mediados de los años 20 y cómo pintora empezó haciendo retratos de gente cercana a ella, además de autorretratos.» Comentó Virgilio Garza, Director del departamento de arte latinoamericano de Christie’s

La indumentaria del personaje señala que la mujer retratada no es mexicana, ya que no porta las icónicas blusas con encaje, collares u otros elementos que Frida utilizaba para enfatizar la el folklore mexicano. También el vestido blanco sugiere que es un retrato nupcial al igual que el estilo del peinado. 

Frida Kahlo y su misteriosa modelo 

Durante muchos años se creyó que la modelo era Dorothy Brown Fox, una aspirante a profesora de español que luego escribió radionovelas. Fox llegó de Los Ángeles a la Ciudad de México a fines de los años 20 con la intención de perfeccionar el idioma y poco después conoció a Kahlo. La familia de Brown ha apoyado esta teoría con cartas estampadas con besos que intercambiaron durante varios meses.

Sin embargo, la reciente investigador del historiador Luis Marín Lozano, sugiere que el retrato es de la inmigrante rusa Elena Boder, que llegó a México en 1919 huyendo de la Revolución Bolchevique. Frida Kahlo conoció a la rusa en la Escuela Nacional Preparatoria y ambas pensaban estudiar medicina, fue hasta 1925, cuando Kahlo sufrió el accidente del tranvía y se ve obligada a interrumpir sus estudios, cuando las dos amigas se ven separadas. Boder se mudo a Estado Unidos y se convirtió en una famosa neurocirujana, reconocida por la invención de una prueba para detectar dislexia en niños pequeños.

Lozano descubrió una foto suya de 1925 y la rusa tiene un gran parecido con la mujer del vestido blanco en el retrato. Además pocos años antes de su muerte, Frida Kahlo le dedicó un bodegón con la inscripción: “Para Elena Boder, pintado con todo mi amor. Frida Kahlo.»

Canasta de flores

Canasta de flores fue vendido por 3.1 millones, el colorido óleo sobre cobre circular celebra el amor de la pintora mexicana por la naturaleza. También demuestra la temporada feliz en donde la artista acababa de volver a casarse con Rivera tras un breve periodo divorciados. La obra de 64 centímetros es parte de la colección  de James y Marilynn Alsdorf. En primera instancia la dueña fue la actriz Paulette Goddard, la cual compró la obra directamente a Frida Kahlo. 

En la década de los 30, Frida tuvo una vida intensa, llena de éxitos y muchas desgracias personales. A raíz del accidente no podía concebir, luego estaban las dolorosas operaciones de espalda y para rematar las constantes infidelidades de Diego Rivera por lo cual se divorció de él. Al mismo tiempo Frida ya era una exitosa artista, había exhibido en Nueva York y en Paris. Ya era todo un personaje de la época.

“A fines de los 30 se reconcilia con Diego Rivera y se vuelven a casar. Esta pintura marca esa etapa de felicidad”, explicó Virgilio Garza. “Hay un colibrí, que siempre representa a Frida; también hay una abeja, que se cree que representa a la figura de Diego Rivera; las flores están emparejadas. Es una naturaleza muerta que representa un estado de reconciliación”.

El récord para una obra de Kahlo en subasta es de 8 millones de dólares, impuesto en 2016 por Dos desnudos en el bosque. Esa fue la marca para una obra latinoamericana hasta el año pasado, cuando Los rivales de Rivera la rompió al venderse por 9.7 millones, también en Christie’s Nueva York.

Sin duda alguna la pasión que Frida Kahlo le tenía al arte no tenía límites, llenando de simbolismos y colores sus obras. Kahlo es el ejemplo de un alma libre y creativa encerrada en un cuerpo tortuoso y roto; sin embargo, es notorio el talento que la artista tenía y que, años después de su muerte, su arte aún trasciende entre nosotros. 

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