En estos días los partidos políticos tratan de mostrar su mejor rostro dado que estamos en época preelectoral y la carrera por ganar el voto de los indecisos, que son mayoría, es feroz.

Los partidos y cada candidato hacen su mejor esfuerzo por dejar una buena impresión en los votantes, cuando deberían, más bien, hacer la mejor de sus gestiones para que votáramos a partir de los resultados, en fin.

La tarea que nos dejan a los ciudadanos es sumamente ardua. ¿Votamos por el mejor o por el menos malo? ¿Por el que más aparece en la tele y la radio o por el que anuncia un verdadero programa de gobierno? ¿Votamos por quien muestra responsabilidad política o por quien regala más para ganar el voto?

Los invito a hacer un ejercicio. Pensemos en cuál es uno de los problemas más delicados que padece nuestra sociedad… Sí, la inseguridad. Piense otro de los que más padece la ciudad de México. De acuerdo, el tránsito en esta ciudad es insoportable y trae muchas consecuencias negativas: estrés, contaminación, etcétera. Como resultado de la enorme cantidad de autos circulando en la capital del país no hay lugares suficientes y adecuados para estacionarlos.

La inseguridad y el tránsito son dos grandes problemáticas de la ciudad de México, de las que se derivan otras igual de inconvenientes. Aunque si reflexionamos, posiblemente cualquiera prefiera perder tiempo en el tránsito a ser asaltado, en una se desgasta la vida, mientras que en la otra le puede ir la vida por completo.

¿Cómo ha dado solución la autoridad correspondiente a las dos problemáticas? A la de la inseguridad no sabemos cómo, pues no vemos acciones concretas. Sobre la del estacionamiento, derivada del tránsito, el gobierno local dispuso la instalación de parquímetros en varias zonas de la ciudad, en los que cobra dos pesos cada quince minutos y, como por arte de magia, en las calles donde antes no se encontraba ni un lugar para estacionarse, ahora es fácil hacerlo, mediante el pago correspondiente.

Como si no fuera suficiente, hay en las zonas de parquímetro policías, regularmente dos por cuadra, además de un equipo de personas encargadas de vigilar si ya se agotó el tiempo pagado y, en su caso, colocar los inmovilizadores para que no se le ocurra al infractor irse y dejar el pago para después. No, el que la hace, la paga y en ese momento.

¿Qué se puede comprar con dos pesos? Casi nada, un chicle, si acaso, pues el pasaje del metro o el trolebús, por ejemplo, es más caro. ¿Qué puede suceder en quince minutos? Mucho. En un tercio de ese tiempo asaltan una joyería, en una mínima parte te dejan sin la cartera en cualquier calle, en menos de la mitad del tiempo asaltan alguna de las muchas tiendas o tienditas que hay en las calles de México, en menos de 15 minutos un ladrón hábil abre tu auto, lo enciende y se lo lleva, en unos pocos minutos te pueden asaltar en un cajero automático, y podemos seguir, pues la lista que nos dice la experiencia es muy larga.

Lo increíble es que a las autoridades capitalinas no les pasó por la mente poner el mismo número de policías en las calles con un equipo de apoyo para cuidar a los ciudadanos, ni a los autos de los ciudadanos. Los puso para cuidar que los automovilistas paguen dos pesos por cada quince minutos que se estacionen en las calles. Les resulta más valioso el pago de dos pesos que la seguridad de los habitantes de la ciudad, que por cierto, son quienes votarán en las próximas elecciones.

Hasta la próxima.

Fernando Huerta Vilchis

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Fernando Huerta Vilchis es licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y maestro en Comunicación Social por la Universidad Panamericana. Actualmente es candidato a doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro de la World Association for Public Opinion Research (WAPOR), de la Association for Education in Journalism and Mass Communication (AEJMC) y del Grupo Análisis Latinoamericano de Ciencia Política (ALACIP). Profesor en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana Campus México. Puedes contactarlo en: fhuerta@up.edu.mx.